Capítulo 37 PARTE II
— Ajá, así que eres
consciente de ti misma.
— Soy consciente de mi
encanto. —Le guiñé el ojo.
— Eres graciosa cuando
quieres fingir ser egocéntrica, ¿sabías eso? — Liam se ríe entre dientes y yo
le frunzo el ceño.
— No estoy intentando
ser egocéntrica.
— Sí, lo intentas. —Se
acercó peligrosamente a mi cara. —Pero no importa cuanto lo intentes, no puedes
hacerlo.
— ¿Ah, no? —Crucé mis
brazos y fingí que no me afectaba su cercanía.
— Nop, de hecho, creo
que eres una de las pocas chicas de tu tipo que no es hambrienta de atención.
— ¿Y cuál sería mi
tipo? — ¿Era algún tipo de insulto que no había podido captar? Me sentía como
esas Barbies superficiales que tienen el cerebro quemado por las camas solares.
— Del tipo
extremadamente hermosa.
***
Hablamos un poco más
de cosas triviales, sobre nuestros gustos en música, películas e incluso
libros. La palabra “hermosa” todavía rondaba mi cabeza, junto con el adverbio
que había usado justo antes.
— ¿Sabes leer, siquiera? —Me burlé, aunque después de disparar algunos
nombres, me tenía fascinada. Y él, con su sonrisa gigante, lo sabía.
— Sé muchas cosas, pequeña Meg. —Me guiñó un ojo, y mientras se levantaba
tuve que recordarme a mí misma de respirar y frotar mi estómago para calmar las
mariposas impacientes que me llevaban hasta él.
— ¡Megan! —El momento entre nosotros se rompió cuando escuché la voz de
Lauren.
Me di vuelta y sonreí ligeramente. — Hola Lauren, ¿qué pasa?
— Ven aquí. —Tomó mi mano y tiró de ella. No quería levantarme, pero miré a
Liam con una sonrisa de disculpa y me dejé arrastrar por Lauren. Cuando
estuvimos lo suficientemente lejos, me soltó de golpe como si tuviera rabia. —
¿Qué demonios pasa contigo? —Le daba la espalda a Liam que estaba a unos metros
de nosotros, y me sonreía con una ceja levantada. Comencé a devolverle la
sonrisa. — Megan. — Lauren chasqueó sus dedos casi sobre mis ojos. —Dios mío,
mujer.
— ¿Qué? — Su insistencia me irritaba. No sabía a donde quería llegar.
— ¡Tienes novio, idiota! Podrías fingir que te importa y no coquetear con
su amigo como si tu vida dependiera de ello.
— ¿De qué hablas? Yo no estoy coqueteando con nadie.
— Megan, te conozco. Y entiendo que la tentación es…—Se volteó y miró a
Liam rápidamente. — demasiada, pero debiste considerar lo obvio antes de
meterte en una relación con otra persona.
— ¿A qué te refieres con lo obvio? —No me gustaba a donde estaba yendo la
conversación.
— Querida. —Dijo con voz burlona. —Chicas como nosotras no sirven para una
relación. No nos gusta comer el mismo plato de comida todo los días, somos más…
de gustos variados.
Mi boca se abrió ligeramente por la audacia.
— Eso no es cierto. —Respondí. —Al menos no para mí. Con Caden…
— Caden era un mujeriego, tenías uno de ellos cada fin de semana y admito
que tenías un apego emocional pero, tenías bastardos igual que él cada fin de
semana. Es tan parecido a ti que a veces me daba miedo… oh, y sé lo que hizo
con la novia de Andrew, ¿sabes?, no me
sorprende, sin embargo. Era obvio que si no eras tú, sería él.
Mis puños se apretaron hasta dejar a mis nudillos blancos como fantasmas.
Escuché pasos hacia nosotras, pero estaba demasiado concentrada en no
estrangularla.
— Blaze, que…
— ¿Qué demonios te pasa, Lauren? No hables de mí como una zorra. El hecho
de ser amiga tuya no me hace automáticamente una puta.
Andy se paró automáticamente y aulló una carcajada en medio de la noche,
haciendo que los demás nos presten atención.
— Jesús, Megan. No puedo…—Parecía que iba a quedarse sin aire mientras se
reía sin parar.
— ¿Cómo me llamaste? —Lauren se acercó con paso desafiante, y me di cuenta
la cantidad de veces que dejé que me mandara desde que la conozco.
— Puta. — No estaba muy sobria que digamos, y en ese momento no podía
encontrar una razón por la que no tenía que insultarla.
Probablemente no la encuentre sobria, tampoco.
Lauren apretó su mandíbula y oí rechinar sus dientes, pero de repente se
calmó, como si hubiera recordado algo.
— Tienes razón, ser mi amiga no te hace automáticamente una puta, pero
estuviste demasiado tiempo siendo mi amiga, Megan. Y te encantó estar con todos
esos chicos, no trates de engañarte a ti misma.
Se dio vuelta y se alejó de la fogata, seguida por Gabe, que había estado
hablando con Liam y mi hermano. Parecía más enojado que antes. Ambos
desaparecieron en la noche.
Froté mis palmas en mi cara, queriéndome despejar de mi borrachera e irme a
dormir. Estaba tan cansada de todo, quería paz por unos instantes.
Andy me rodeó con su brazo, conteniéndome.
— ¿Nunca te cansas de hacer una escena? —Preguntó en broma. —Porque a mí me
encanta.
Gruñí y lo empujé.
Liam
— Retrocede, Liam.
Casi chillo como niña cuando sentí la mano en mi hombro. Suerte que pude
controlarme. Hubiera quedado como un marica por el resto de mi vida.
— Joder, Damon. ¿No tienes alguna novia que no te quiere a la cual acosar? —Tiré
su mano lejos de mí. —Suelta.
— No estoy jugando, chico. —Su rostro serio me hizo querer aullar de
frustración. Ni siquiera sabía porque intentaban alejarme de Megan o espantarme
para que corra yo mismo. Incluso lo había intentado por mí mismo, pero no
funcionó. — Aléjate de mi hermana.
No puedo, quería decirle.
— Siento decirte esto, pero eso no te concierne. Mientras ella…
— Ella no necesita más mierda en estos momentos, Liam. Sé que a tu culo
egoísta le cuesta entenderlo, pero por el momento necesita paz y tranquilidad.
— ¿Por qué necesita paz y tranquilidad, Damon? —Pregunté. Toda la cosa con
Megan y sus amenazas para que no me acerque a ella me dejaban bastante
confundido. Pensarías que es solo un hermano protector que no quería que su
hermanita sufra algún síntoma de corazón roto, pero no. Damon solo argumentaba
que Megan necesitaba estar sola por un tiempo, poner en orden algunas cosas, palabras textuales. Parecía tener
algún tipo de sexto sentido, como los padres, cuando algún chico quería
acercarse a su pequeña.
Pero mientras más insistía en aquello, más preguntas que jamás se me habían
cruzado por la mente, comenzaron a hacer acto de presencia. ¿Por qué, de todos
los lugares, habían venido aquí? ¿Por qué seguían manteniendo a Megan en la
oscuridad, cuando claramente era más fácil contarle la verdad? ¿Acaso ella se
estaba recuperando de alguna ruptura traumática? ¿Algún novio que había muerto?
— Hazme caso y no hagas preguntas. —Miró hacia otro lado, y entrecerré mis ojos.
— Primero, no me hables como si fueras algún tipo de padre responsable al
cual debo obedecer. Y segundo, ¿Por qué no quieres decirme? ¿Es algo que ella
no quiere que yo sepa?
— No, no. —Parecía profundamente frustrado y un poco torturado. — No quiero
decirte porque no es tu problema, Liam. Y lo siento, no quería usar ese tono
contigo. Créeme, no te quiero siendo hijo mío, o peor, novio de mi hermana
pequeña. —Comenzó a bromear, pero yo lo detuve.
— No cambies de tema. ¿Qué es lo que no estás diciendo, Damon? —De repente
se me ocurrió. — ¡¿No vas a decirle que Kai es su sobrino?! Porque te juro, tú
y tu estúpido hermano pueden ser unos hijos de puta, pero Megan…
— Corta la suposición. Es sobre Josh, pero no sé si es conveniente que te
lo diga ahora…
— Oh, así que ese pedazo de mierda sabe que están aquí, pero sigue
respaldándose en su papi y su empresa. —Me burle. — Puedes decirle de mi parte,
cuando hables con él, que voy a ir al jodido Taiwán si es necesario, pero lo
encontraré, y que mi puño no va a estar muy feliz de que…
— ¡Dios bendito, cierra la boca! —Fruncí el ceño cuando me di cuenta
realmente como se veía. Parecía que estaba al borde de un colapso nervioso.
— Entonces habla. —No me acerqué para intimidarlo porque, además de que me
alcanzaba por unos centímetros, yo parecía una gacela flaca al lado suyo. Pero
sí hablé con rudeza. — Porque estuve aguantando mierdas vagas tuyas desde que
llegaste, defendiendo a tu hermano, ¡incluso cuando sigue escapándose de sus
deberes de padre! —Estaba repentinamente enojado con él, pero sobretodo con ese
pedazo de mierda que había huido como una rata cuando mi Liv más lo había
necesitado. — ¡Tú de todas las personas, sabes lo que mi hermana sufre por ese
idiota, y aun así lo justificas! ¡Lo siento si esta mierda me deja insensible
hacia tu salud mental! —Dije esa última parte con total y puro sarcasmo, para
que sepa de realmente me importaba una mierda su bienestar. —No sé qué estás
esperando que pase para contarle la verdad a Megan. Ella no es como ustedes,
merece saber que su hermano es un hijo de puta. Quiero creer que tiene un buen
corazón, y que querría saber si tiene algún sobrino perdido por el mundo. —Ni
siquiera tenía que convencerme, daba mi fe en ello. Megan se había encariñado
tanto con Kai que me parecía imposible que prefiera no saberlo.
— Yo… no sé si es…— Se tiró en la arena, como si estuviera exhausto de la
vida, y sus ojos, por primera vez desde que lo conozco… comenzaron a ponerse
acuosos, y su cara comenzó a hacer una mueca de dolor, como si estuviera
intentando no llorar. Comencé a ponerme nervioso, tal vez porque su apariencia
de tipo duro no parecía concebir lágrimas, o porque la cosa parecía ponerse más
y más grave. Cuando empezó a sollozar, realmente el miedo y el pánico se
asentaron dentro de mí.
— ¿Qué, Damon?
Silencio.
— Josh falleció en un accidente de auto hace casi seis meses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario