sábado, 27 de septiembre de 2014

I just want to be strong

Capítulo 37 PARTE II


— Ajá, así que eres consciente de ti misma.

— Soy consciente de mi encanto. —Le guiñé el ojo.

— Eres graciosa cuando quieres fingir ser egocéntrica, ¿sabías eso? — Liam se ríe entre dientes y yo le frunzo el ceño.

— No estoy intentando ser egocéntrica.

— Sí, lo intentas. —Se acercó peligrosamente a mi cara. —Pero no importa cuanto lo intentes, no puedes hacerlo.

— ¿Ah, no? —Crucé mis brazos y fingí que no me afectaba su cercanía.

— Nop, de hecho, creo que eres una de las pocas chicas de tu tipo que no es hambrienta de atención.

— ¿Y cuál sería mi tipo? — ¿Era algún tipo de insulto que no había podido captar? Me sentía como esas Barbies superficiales que tienen el cerebro quemado por las camas solares.

— Del tipo extremadamente hermosa.

***

Hablamos un poco más de cosas triviales, sobre nuestros gustos en música, películas e incluso libros. La palabra “hermosa” todavía rondaba mi cabeza, junto con el adverbio que había usado justo antes.

— ¿Sabes leer, siquiera? —Me burlé, aunque después de disparar algunos nombres, me tenía fascinada. Y él, con su sonrisa gigante, lo sabía.

— Sé muchas cosas, pequeña Meg. —Me guiñó un ojo, y mientras se levantaba tuve que recordarme a mí misma de respirar y frotar mi estómago para calmar las mariposas impacientes que me llevaban hasta él.

— ¡Megan! —El momento entre nosotros se rompió cuando escuché la voz de Lauren.

Me di vuelta y sonreí ligeramente. — Hola Lauren, ¿qué pasa?

— Ven aquí. —Tomó mi mano y tiró de ella. No quería levantarme, pero miré a Liam con una sonrisa de disculpa y me dejé arrastrar por Lauren. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, me soltó de golpe como si tuviera rabia. — ¿Qué demonios pasa contigo? —Le daba la espalda a Liam que estaba a unos metros de nosotros, y me sonreía con una ceja levantada. Comencé a devolverle la sonrisa. — Megan. — Lauren chasqueó sus dedos casi sobre mis ojos. —Dios mío, mujer.

— ¿Qué? — Su insistencia me irritaba. No sabía a donde quería llegar.

— ¡Tienes novio, idiota! Podrías fingir que te importa y no coquetear con su amigo como si tu vida dependiera de ello.

— ¿De qué hablas? Yo no estoy coqueteando con nadie.

— Megan, te conozco. Y entiendo que la tentación es…—Se volteó y miró a Liam rápidamente. — demasiada, pero debiste considerar lo obvio antes de meterte en una relación con otra persona.

— ¿A qué te refieres con lo obvio? —No me gustaba a donde estaba yendo la conversación.

— Querida. —Dijo con voz burlona. —Chicas como nosotras no sirven para una relación. No nos gusta comer el mismo plato de comida todo los días, somos más… de gustos variados.

Mi boca se abrió ligeramente por la audacia.

— Eso no es cierto. —Respondí. —Al menos no para mí. Con Caden…

— Caden era un mujeriego, tenías uno de ellos cada fin de semana y admito que tenías un apego emocional pero, tenías bastardos igual que él cada fin de semana. Es tan parecido a ti que a veces me daba miedo… oh, y sé lo que hizo con la novia de Andrew,  ¿sabes?, no me sorprende, sin embargo. Era obvio que si no eras tú, sería él.

Mis puños se apretaron hasta dejar a mis nudillos blancos como fantasmas. Escuché pasos hacia nosotras, pero estaba demasiado concentrada en no estrangularla.

— Blaze, que…

— ¿Qué demonios te pasa, Lauren? No hables de mí como una zorra. El hecho de ser amiga tuya no me hace automáticamente una puta.

Andy se paró automáticamente y aulló una carcajada en medio de la noche, haciendo que los demás nos presten atención.

— Jesús, Megan. No puedo…—Parecía que iba a quedarse sin aire mientras se reía sin parar.

— ¿Cómo me llamaste? —Lauren se acercó con paso desafiante, y me di cuenta la cantidad de veces que dejé que me mandara desde que la conozco.

— Puta. — No estaba muy sobria que digamos, y en ese momento no podía encontrar una razón por la que no tenía que insultarla.

Probablemente no la encuentre sobria, tampoco.
Lauren apretó su mandíbula y oí rechinar sus dientes, pero de repente se calmó, como si hubiera recordado algo.

— Tienes razón, ser mi amiga no te hace automáticamente una puta, pero estuviste demasiado tiempo siendo mi amiga, Megan. Y te encantó estar con todos esos chicos, no trates de engañarte a ti misma.

Se dio vuelta y se alejó de la fogata, seguida por Gabe, que había estado hablando con Liam y mi hermano. Parecía más enojado que antes. Ambos desaparecieron en la noche.
Froté mis palmas en mi cara, queriéndome despejar de mi borrachera e irme a dormir. Estaba tan cansada de todo, quería paz por unos instantes.
Andy me rodeó con su brazo, conteniéndome.

— ¿Nunca te cansas de hacer una escena? —Preguntó en broma. —Porque a mí me encanta.

Gruñí y lo empujé.

Liam

— Retrocede, Liam.

Casi chillo como niña cuando sentí la mano en mi hombro. Suerte que pude controlarme. Hubiera quedado como un marica por el resto de mi vida.

— Joder, Damon. ¿No tienes alguna novia que no te quiere a la cual acosar? —Tiré su mano lejos de mí. —Suelta.

— No estoy jugando, chico. —Su rostro serio me hizo querer aullar de frustración. Ni siquiera sabía porque intentaban alejarme de Megan o espantarme para que corra yo mismo. Incluso lo había intentado por mí mismo, pero no funcionó. — Aléjate de mi hermana.

No puedo, quería decirle.

— Siento decirte esto, pero eso no te concierne. Mientras ella…

— Ella no necesita más mierda en estos momentos, Liam. Sé que a tu culo egoísta le cuesta entenderlo, pero por el momento necesita paz y tranquilidad.

— ¿Por qué necesita paz y tranquilidad, Damon? —Pregunté. Toda la cosa con Megan y sus amenazas para que no me acerque a ella me dejaban bastante confundido. Pensarías que es solo un hermano protector que no quería que su hermanita sufra algún síntoma de corazón roto, pero no. Damon solo argumentaba que Megan necesitaba estar sola por un tiempo, poner en orden algunas cosas, palabras textuales. Parecía tener algún tipo de sexto sentido, como los padres, cuando algún chico quería acercarse a su pequeña.

Pero mientras más insistía en aquello, más preguntas que jamás se me habían cruzado por la mente, comenzaron a hacer acto de presencia. ¿Por qué, de todos los lugares, habían venido aquí? ¿Por qué seguían manteniendo a Megan en la oscuridad, cuando claramente era más fácil contarle la verdad? ¿Acaso ella se estaba recuperando de alguna ruptura traumática? ¿Algún novio que había muerto?

— Hazme caso y no hagas preguntas. —Miró hacia otro lado, y entrecerré mis ojos.

— Primero, no me hables como si fueras algún tipo de padre responsable al cual debo obedecer. Y segundo, ¿Por qué no quieres decirme? ¿Es algo que ella no quiere que yo sepa?

— No, no. —Parecía profundamente frustrado y un poco torturado. — No quiero decirte porque no es tu problema, Liam. Y lo siento, no quería usar ese tono contigo. Créeme, no te quiero siendo hijo mío, o peor, novio de mi hermana pequeña. —Comenzó a bromear, pero yo lo detuve.

— No cambies de tema. ¿Qué es lo que no estás diciendo, Damon? —De repente se me ocurrió. — ¡¿No vas a decirle que Kai es su sobrino?! Porque te juro, tú y tu estúpido hermano pueden ser unos hijos de puta, pero Megan…

— Corta la suposición. Es sobre Josh, pero no sé si es conveniente que te lo diga ahora…

— Oh, así que ese pedazo de mierda sabe que están aquí, pero sigue respaldándose en su papi y su empresa. —Me burle. — Puedes decirle de mi parte, cuando hables con él, que voy a ir al jodido Taiwán si es necesario, pero lo encontraré, y que mi puño no va a estar muy feliz de que…

— ¡Dios bendito, cierra la boca! —Fruncí el ceño cuando me di cuenta realmente como se veía. Parecía que estaba al borde de un colapso nervioso.

— Entonces habla. —No me acerqué para intimidarlo porque, además de que me alcanzaba por unos centímetros, yo parecía una gacela flaca al lado suyo. Pero sí hablé con rudeza. — Porque estuve aguantando mierdas vagas tuyas desde que llegaste, defendiendo a tu hermano, ¡incluso cuando sigue escapándose de sus deberes de padre! —Estaba repentinamente enojado con él, pero sobretodo con ese pedazo de mierda que había huido como una rata cuando mi Liv más lo había necesitado. — ¡Tú de todas las personas, sabes lo que mi hermana sufre por ese idiota, y aun así lo justificas! ¡Lo siento si esta mierda me deja insensible hacia tu salud mental! —Dije esa última parte con total y puro sarcasmo, para que sepa de realmente me importaba una mierda su bienestar. —No sé qué estás esperando que pase para contarle la verdad a Megan. Ella no es como ustedes, merece saber que su hermano es un hijo de puta. Quiero creer que tiene un buen corazón, y que querría saber si tiene algún sobrino perdido por el mundo. —Ni siquiera tenía que convencerme, daba mi fe en ello. Megan se había encariñado tanto con Kai que me parecía imposible que prefiera no saberlo.

— Yo… no sé si es…— Se tiró en la arena, como si estuviera exhausto de la vida, y sus ojos, por primera vez desde que lo conozco… comenzaron a ponerse acuosos, y su cara comenzó a hacer una mueca de dolor, como si estuviera intentando no llorar. Comencé a ponerme nervioso, tal vez porque su apariencia de tipo duro no parecía concebir lágrimas, o porque la cosa parecía ponerse más y más grave. Cuando empezó a sollozar, realmente el miedo y el pánico se asentaron dentro de mí.

— ¿Qué, Damon?

Silencio.

— Josh falleció en un accidente de auto hace casi seis meses.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario